Origen de las
fisuras
Si el muro ha sido bien ejecutado
es capaz de resistir esfuerzos de tracción mínimos que siempre se producen
debido al primer asentamiento de la construcción e incluso los de
dilatación. Pero si el muro no ha sido correctamente ejecutado o se ha
introducido elementos no adecuados en el labrado, el menor esfuerzo de tracción
o retracción produce una fisura. A veces puede resultar difícil determinar
si la fisura en el muro se
produjo por un movimiento excesivo de la estructura o por falta de
resistencia de la mampostería.
1. Fisuras
por deficiencias de ejecución:
Si la fisura es
horizontal y coincide con una junta entre ladrillos o tendel las
causas posibles son las siguientes:
a)
Falta de adherencia entre el
ladrillo y el mortero adhesivo, consecuencia de no haber liberado el polvo de
los ladrillos antes de colocarlos. Para solucionar este problema
sólo hay que mojar los ladrillos antes de colocarlos y la superficie donde vaya
a ejecutarse el muro.
b)
Falta de resistencia del mortero
adhesivo debido a una deficiente preparación de la mezcla, consecuencia de una
dosificación incorrecta o bien por agregado posterior de agua para su
remezclado una vez pasado el tiempo máximo en el balde, cuba o espuerta. Es
importante utilizar un buen cemento adecuado para este tipo de labores.
c)
Incorrecto asentamiento del
ladrillo: Es necesario realizar previamente una buena nivelación para poder
asentar luego correctamente los ladrillos con una junta de 3 mm
minimo. Si se arranca sobre una superficie desnivelada el trabajo posterior se
vuelve engorroso y se usan malas prácticas para recuperar el nivel como por
ejemplo el uso de escallas, escombros o pequeños listones de madera para subir
la posición de un ladrillo lo cual impide que el ladrillo asiente
adecuadamente.
d)
Falta de traba de muros: Debe
respetarse una traba mínima de un cuarto de la longitud del ladrillo para que el
aparejo se comporte en forma eficiente.
2. Fisuras
debido a acciones mecánicas externas:
Si la fisura viaja tanto
horizontal como vertical o diagonal, entonces es debido a que se han producido
movimientos que superan a la resistencia del muro. Estas fisuras pueden
recorrer tanto una junta vertical u horizontal entre ladrillos como
así también pueden atravesar el ladrillo en forma diagonal o vertical. Las
patologías debido a acciones mecánicas externas se pueden evitar con
precauciones a tomar desde el proyecto mismo, antes de comenzar la
obra. Es importante analizar previamente las resoluciones constructivas a
adoptar para cada caso.
2.1
Asentamientos diferenciales de los cimientos
Siempre se produce un asentamiento
del suelo luego de construida la obra. Si los asentamientos son parejos no generan
grandes problemas. Es cuando se producen asentamientos diferenciales que
aparecen fisuras en la mampostería. Los suelos arcillosos varían su
resistencia a la compresión según su contenido de agua. Con la humedad natural
(18% aproximadamente) tienen muy buena resistencia, pero a medida que aumenta
el contenido de humedad también aumenta su volumen al tiempo que disminuye la
resistencia llegando al valor límite del 26% (límite plástico). Luego va
disminuyendo su volumen y se licúa a partir del 35 %.
Al aumentar su volumen, el suelo
ejerce una presión que ronda en los 4 Kg./cm². Como las cargas que los muros
portantes transmiten al suelo están en el orden de los 2 kg/cm² puede ocurrir
que la acción del suelo supere a las cargas empujando la estructura hacia
arriba. Si la humedad continua aumentando, el suelo pierde volumen y
resistencia produciéndose el fenómeno contrario.
En la medida que los asentamientos
sean parejos, el problema no es demasiado grande, como hemos indicado
anteriormente, pero se magnifica cuando existen “asentamientos diferenciales” o
humedad del suelo no pareja.
El exceso de humedad puede
provenir de: agua de lluvia que cae por los desagües del techo, falta de vereda
perimetral, cañerías rotas, etcétera. También se producen fisuras en donde
existen elementos constructivos de distinto peso (ejemplo: chimeneas).
En los cimientos que ceden en
forma puntual, como ocurre al romperse un caño o desagües que aflojan el
terreno, las grietas pueden ser verticales o en forma de “V” invertida sobre el
eje del asiento, o ligeramente inclinados en algunos tramos por los esfuerzos
del corte. En otros, la base de apoyo se deforma aumentando su longitud. Según
cómo y dónde sea ese aumento aparece la grieta.
Si la pared es muy larga y apoya
sobre un terreno débil, no se llega a formar un arco de descarga por estar muy
alejados los puntos de arranque. En consecuencia, la grieta que se produce es
horizontal, coincidente con una hilada en la parte inferior (ver Deformaciones
en muros).
2.2 Cargas
puntuales
Los muros de bloques deberían tener una resistencia a la compresión de 30
kg/cm². Cuando una carga puntual (perfil metálico, viga de hormigón o de
madera) supera ese valor se produce una fisura vertical desde el apoyo puntual
hacia abajo.
2.3 Acciones del
viento
Los muros portantes deben contar con una viga de encadenado superior
conformando anillos cerrados para que el conjunto resista los esfuerzos
horizontales de modo eficiente. Cuando no se realiza viga de encadenado
superior en muros portantes se producen fisuras verticales cerca de las
esquinas.
2.4 Encuentro de muros
sometidos a cargas muy diferentes
Este es un tipo de fisura muy frecuente, y se da normalmente en la unión
entre el muro de patios con el cerramientos de viviendas. La fisura por lo
general es vertical y se produce debido a que uno de los muros es portante y
está soportando un peso determinado y el otro no está soportando peso.
2.5 Flechas en losas o vigas sobre los que apoyan muros o tabiques
La fisura por lo general es vertical y en el centro del muro o
tabique. Si el muro ó tabique es largo se desarrolla en forma horizontal
por sobre la primera hilada de ladrillos o entre la nivelación y la
primera hilada.
2.6 Giro de losas en el
apoyo en los extremos
Cuando el apoyo de una losa corrida en un muro perimetral es escaso
(menor a 2/3 del espesor del muro) se podría producir una fisura horizontal por
el giro de la losa en el apoyo.
2.7 Dilataciones
excesivas de las cubiertas planas
El empuje que provoca una losa de una terraza con deficiente aislación
térmica, por dilatación en días de altas temperaturas, supera ampliamente la
capacidad de cualquier muro y produce fisuras horizontales en el encuentro
entre la losa y el muro.
3. Aberturas
Una abertura debilita al muro e impone que se deban
redistribuir las cargas hacia los costados de la misma, ocasionando esfuerzos
diferenciales que generan tracciones. Los dinteles y la hilada de antepecho son
lugares críticos, muy propensos a fisurar si no te toman los recaudos
correspondientes
4. Acciones
higrotérmicas
Las variaciones de temperatura y
de humedad producen dilataciones y contracciones en los materiales. En los
diseños deben contemplarse juntas para absorber los movimientos. Al enfriarse o
al perder humedad un muro se contrae. En muros muy extensos, de longitudes
superiores a 5 m, es conveniente cortar el paño con un refuerzo vertical o una
junta de control, o bien incorporar algún refuerzo horizontal de
hierro.
En la siguiente ilustración
podemos observar las fisuras causadas por esfuerzos.
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